La Autoridad de Antigüedades de Israel ha mostrado por primera vez los vestigios de una basílica romana, la mayor hallada en el país hasta la fecha, desenterrada en el Parque Nacional de Ashkelon como parte de un extenso proyecto que ha contado con la iniciativa y financiación de la Autoridad de Naturaleza y Parques, el Municipio de Ashkelon y la Fundación Leon Levy.
Una vez completados los trabajos de conservación y restauración, el complejo se adaptará para recibir visitantes. Además, el plan también incluye el desarrollo de una red de caminos accesibles que muestren el patrimonio y paisajes únicos del parque.
Según la doctora Rachel Bar-Natan, Saar Ganor y Fredrico Kobrin, directores de la excavación en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel, “el gran edificio estaba cubierto con un tejado y dividido en tres partes: el pasillo central y dos más laterales. La sala, hecha con paredes y suelos de mármol, estaba rodeada con hileras de columnas y capitales también de mármol, con una altura estimada de 13 metros que soportaban el techo de la cubierta”.
Entre los hallazgos se encuentran una docena de capiteles con la figura de un águila, símbolo del Imperio romano. En las esquinas del edificio se alzaban pilares con capitales en forma de corazón. Excavaciones llevadas a cabo por los británicos durante la década de los 20 del siglo pasado, desenterraron diversas estatuas, incluyendo una de la diosa de la victoria, Niké, sostenida por el dios Atlas sujetando una esfera y una estatua de Isis, deidad egipcia de la buena fortuna.