La Autoridad de Antigüedades de Israel ha realizado un descubrimiento muy especial en los Altos de Golán: una piedra límite de 1.700 años de antigüedad con la inscripción en griego Kfar Nafah, en alusión a la antigua aldea de mismo nombre. Este tipo de piedras solían utilizarse bajo el reinado del emperador romano Diocleciano para marcar los límites entre pueblos con el propósito de recaudar impuestos. En el caso del desaparecido pueblo de Nafah, este servía como zona de descanso para los comerciantes y funcionarios del gobierno que viajaban hacia Damasco desde Safed.
Lo inusual del hallazgo, según los investigadores, es que la inscripción de la piedra mencione el nombre de la aldea de Nafah. Normalmente, los nombres antiguos son conservados como resultado de la presencia continua de un asentamiento en un determinado territorio. Sin embargo, en el caso de Nafah, no hay evidencias de que esta localización haya sido ocupada de forma persistente en el tiempo salvo contadas excepciones. Por esta razón, el descubrimiento de esta piedra es, cuanto menos, extraordinario.