Una investigación dirigida por el Centro Nacional de Investigación de Francia ha hallado en Israel una fosa crematoria con restos humanos que apuntan a haber sido incinerados como parte de un rito funerario. El descubrimiento ha tenido lugar en el yacimiento neolítico de Beisamoun, en el norte del país. El cadáver fue incinerado entre los años 7013 y el 6700 a.C, cosa que convierte este hallazgo en la cremación más añeja de todo Oriente Medio. A su vez, refuerza la información publicada por la revista científica Plos One hace pocas semanas, que revelaba que en la región ya incineraban a los difuntos hace 9.000 años, mientras que, en Europa, esta práctica se extendió hace 4.000 años.