Rafi Bahalul, un veterinario israelí, encontró de casualidad un ancla de piedra egipcia de 3.400 años de antigüedad en la costa norte del país mientras se daba un baño. Resultó ser una pieza muy inusual con la imagen de una antigua diosa y con escritura jeroglífica. El ancla llevaba milenios enterrada en el fondo del mar y una tormenta la arrastró a la orilla.
Según relata Shirly Ben-Dor Evian, conservador de arqueología egipcia, se trata de un ancla típica utilizada por los barcos durante la Edad de Bronce, unos 3.200 años atrás. Actualmente, se puede ver en una exposición sobre la escritura egipcia en el Museo de Israel en Jerusalén hasta el 12 de octubre 2020.